Comunicarnos y contar historias es inherente al mundo y al ser humano. Querer saber lo que ocurre a nuestro alrededor También lo es. Las dos disciplinas tienen la misma meta y parten de las misma necesidad, contar historias.

Nosotros queremos recuperar en el Patio de las Pinzas ese sentido del periodismo, más primario.

En nuestros días, el teatro y el periodismo se nutren de las historias de la sociedad. Al fin y al cabo, las dos disciplinas se centran en eso.

El teatro fue el periodismo de Grecia, las primeras obras griegas estaban basadas en historias que les pasaban sus ciudadanos en aquel momento.  De hecho, se cree que los orígenes del teatro se encuentran en antiguos ritos de origen prehistórico, donde el ser humano empezó a ser consciente de la importancia de la comunicación para las relaciones sociales y así comenzó todo.

Nosotros en El Patio de las Pinzas creemos que el teatro debe estar más unido a la época que vivimos y más ligado a la sociedad, no en vano, el teatro siempre ejerció en sus comienzos como la manera más primitiva que tenían los ciudadanos de lanzarse a la calle y contar historias.

El teatro ofrece quizá en diferencia al periodismo, mas espacio, una cercanía, y un mayor tiempo para Crear, pensar y Reflexionar.

El los últimos años en las carteleras nacionales hemos visto obras como Verbatim, o la obra Ruz-Barcenas basadas precisamente en procesos periodísticos y judiciales de las que los críticos opinaron, lo siguiente“ el teatro llega donde el periodismo fracasa”.

Muchas de las noticias que leemos o escuchamos tienen un potencial teatral muy interesante , ha surgido una nueva vía, el teatro documental, que da al espectador la posibilidad de tener un espacio de reflexión y debate mayor.

Por esta razón, creemos en una elación entre ambas, puede ser interesante y en parte, imprescindible.

El periodismo nos acerca a la realidad, y el teatro nos permite reflexionar acerca de esta realidad con más tiempo, y crear piezas artísticas sobre la misma. Por eso proponemos tres

cursos de creación colectiva a través de las noticias que nos llegan de los diferentes medios. Y un curso específico para periodistas, para que tengan tiempo de analizar profundamente las historias que están contando, ya que en las redacciones de hoy en día se carece precisamente de ese tiempo tan necesario que merece la pena invertir en contar una historia.